CON EL PASAR DEL TIEMPO
24 Mayo de 2012
El verano, invierno, otoño y
primavera, las cuatro estaciones pasan detrás en una envejecida ventana, una
película que se pone a reproducir una y otra vez. Las telarañas, clavos y un viejo atrapa
sueños adornan de manera desordenada la
ventana. La pintura ya desgastada por el
tiempo cae sobre el marco inferior como hojuelas secas que se unen con las
motas de polvo y se esparcen con el más ligero viento.
Es un cuarto pequeño, el olor a
viejo esta presente en él. La madera de
las paredes cruje con el frio de la
noche al igual cuando calienta el sol. El piso color madera esta envejecido y
carente de vida como todo lo que hay en el cuarto, a la izquierda una cama de
madera pulcramente ordenada con sabanas blancas, de lado una vieja mesa de
madera, una lámpara de aceite y los restos de una vela blanca casi extinta.
Viendo de frente a la ventana un
sillón de patas altas, de cuero color café, resquebrajado por el mucho uso. Sentado
en él, un hombre, tez pálida, blanca, arrugas en su frente, barba cerrada,
entre negra y blanca, una boina de poliéster sobre su cabeza, mechones blancos
salen de ella. Un abrigo verde, con
parches de distintos colores rodea su delgado cuerpo. Una sabana sobre sus
delgadas y cansadas piernas.
Un viejo cuaderno tirado al lado,
pies desnudos como vecinos. Un viento frio llena la habitación, el silencio es
hipnótico, la escena es digna de un cuadro de alta pintura. El viejo lentamente
mueve una de sus manos, la acerca al cuaderno, lo levanta, lo sitúa entre sus
piernas, comienza a pasar hojas de manera cuidadosa y comienza a leer, su voz
es grave, profunda, triste, misteriosa, cansada.
“con el pasar del tiempo los
arboles crecen y se hacen frondosos, los ríos cambian su curso y mejoran su
caudal, en el universo nacen nuevas estrellas y galaxias, algunas montañas
crecen, en las profundidades de la tierra la roca se derrite para convertirse
en otra. El mundo gira y no se detiene, el tiempo pasa y no olvida”
Deja el viejo cuaderno sobre sus
piernas, deja caer su brazo a un costado del sillón, su cabeza se inclina
suavemente sobre el respaldar. El tiempo pasa y su postura no cambia. Ráfagas
de aire entran al cuarto, las ventanas se mueven con el; las hojas del libro
bailotean de forma desordenada hasta caer en una hoja que tiene un separador,
que dice:
El tiempo pasa, más tu no; el
tiempo avanza y no se detiene, pero tú tienes un tiempo establecido. Vive, deja
de ver pasar las estaciones por tu ventana, sacude el polvo de la indiferencia,
las lágrimas en el suelo ya se secaron, no tengas miedo a resbalar por ello. Busca
ser feliz, no ten miedo al fracaso. Que es necesario conocerlo para disfrutar
de la verdadera victoria.
Piensa menos y actúa más, sal de
cabaña, sal de tu comodidad, que con el pasar del tiempo, pueda que sea poco el
tiempo que te quede intentar ser feliz.
Muy buen mensaje me ayudo a no pensar mucho las cosas y a vivir mi vida feliz no complicarme muy rapido, ya q solo hay una vida y hay q vivirla al maximo!
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