sábado, 26 de mayo de 2012

NO ES UN PUTO CUENTO DE HADAS


NO ES UN PUTO CUENTO DE HADAS


18 Mayo de 2012





Les cuento un poco de mi historia. Digámoslo de cierta manera, era de esos niños que creció pensando que algún día encontraría a la mujer sus  sueños, viviría con ella eternas aventuras, irían a viajar en el Titanic, visitarían la laguna azul y se perderían  unos años por ahí, vivirían el uno por el otro, no se cansarían de verse a los ojos, más adelante tendrían hijos y envejecerían juntos,  podrían  volar su nido de amor con  globos, para vivir la historia más impactante del mundo, tal cual película de Pixar llamada UP (menuda utopía que había hecho en mi cabeza).   


Dadas esa forma de pensar y mi aspecto no muy favorable (lo que me sobraba de inteligencia me faltaba de lindura)  crecí buscando a esa princesa que pronto aparecería para mí y estaría de forma imperecedera a mi lado. Buscada esa ninfa porque no decir esa Elfa mas preciosas que Liv Tyler en el señor de los añillos.  Fantaseaba con una niña por aquí otra por allá, pero nunca me atreví a hablarles; encontré otro gran problema: la timidez me mataba, el simple hecho de hablar o volver a mirar a los ojos a una niña, me dominaba completamente.


Pasada mi etapa escolar y con mi mal bien definido, mi etapa de secundaria no mejoro mucho, exceptuando mi afán de convertirme en el príncipe azul de aluna desprotegida princesa. Hasta que un día el universo se detuvo, los planetas se alinearon, la luna y el sol se juntaron por primera vez; recuerdo muy bien ese día. Esa chica delgada, color canelo, rubia. Me dijo: – ¡hola!  Mi corazón mando una descarga eléctrica a mis neuronas en el cerebro, diciendo: ella es”. Para no cansar más con la historia, no esta demás decir, esa fue mi primera decepción amorosa de 16 años.





Después de dicha situación, me entro una tremenda desesperación por entender que había hecho mal, quería superarme, mejorar mi intelecto, de la noche a la mañana pase de ser un simple caminante a creer ser un poeta desesperado al borde de la muerte (que manera más extraña de canalizar las cosas).  Con el pasar de los años, mi mentalidad había cambiado, (no para bien).  Ahora con mucha más razón creía que aquella desgraciada experiencia, sencillamente era para pulirme más, para mi futura doncella y tenia que estar preparado para ella.





Ya un poco mas maduro, encontré a la mujer con la que durante cinco años viví un cuento de hadas (blanca, cabello negro, ojos profundos, carácter fuerte), Shrek y Fiona no son nada comparados con lo que nosotros vivíamos, hasta fuimos a muy muy lejano a visitar a nuestros padres. El tiempo pasaba y ponía en práctica todas aquellas creencias que había aprendido durante mi adolescencia, las flores, los besos, te amo, llamadas, tarjetas, sorpresas y sumisión total era el pan de cada día. El simple hecho de volver a ver a otra mujer se me hacia un acto horrible, mi princesa de cristal no merecía tal  traición.





Hasta un día llego el “necesito tiempo, ya nada es igual”, el planeta tierra con todos y sus 9.5 de gravedad me jalaron de cabeza hasta el núcleo y me tiraron hacia arriba con igual velocidad.  No podía creerlo, que había hecho mal otra vez, que estaba pasando conmigo. Comencé hacerme esta pregunta cada día que llegaba a mi casa totalmente ebrio ¿de que me sirve ser así? ¿Qué gano con ser diferente? , mi meta siempre había sido ser diferente al resto de los hombres que había en este planeta.  Pero mi empresa había fallado al muy estilo de Don Quijote con su amada Dulcinea o porque no decir yo era un Romeo sin  una Julieta otra vez.





Con el pasar de los meses, empecé a entender: ser tímido no es del todo malo “solo no que hay tenerle miedo a las mujeres”, ser romántico no es cursi  “solo que no hay que serlo tanto, al punto de que te coman las hormigas”, cuidar a la pareja es bueno “solo que primero tenemos que cuidar nosotros”, amar con el corazón “pero nunca dejar a un lado la razón”


                Porque hablo de esto,  porque al igual que mi, muchos hombres que están leyendo esto, creyeron ser diferentes, pusieron empeño y dieron todo en una relación que no funciono. Creen que deben reinventarse o cambiar. Se arrepienten de ser lo que fueron, se avergüenzan de actuar como tontos con quien amaron o aun aman en la mayoría de los casos. Digo todo esto porque en mi momento llegue a pensar así, empecé a cambiar mis ideales por los de otros. Pero estamos perdiendo algo más que una mujer, estamos perdiendo nuestra identidad.


                Amigos, viejos, hombres, caballeros, muchachos, que nos pasa, porque querer cambiar nuestros ideales, porque mejor no cambiar lo que hicimos mal.  Porque mejor no dejar de creer que los cuentos de hadas existen, y que nos podemos topar con una mujer que la puede cagar en cualquier momento o una que siempre va estar ahí para nosotros. Porque no dejar de exigirnos tanto y empezar a disfrutar de las cosas,  dejemos de ser unos Da vinci  intentando de pintar una Mona lisa, mejor seamos un Picasso y hagamos de nuestra vida una obra de arte, del mismo valor pero de manera divertida.


                Disfrutemos de nuestras relaciones, con sus momentos felices como infelices.  Dejemos de buscar a Blanca Nieves en el bosque, que ella esta muy ocupada con sus enanos, mejor conozcamos a nuestras parejas antes de idealizarlas, que ni ellas son princesas y mucho menos nosotros los príncipes que creemos,  mejor vivamos la realidad de la vida,  que si sigues esperando, lo vas a seguir estando. Porque por mas que te cueste entenderlo esta vida NO ES UN PUTO CUENTO DE HADAS.








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